viernes, 18 de noviembre de 2016

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS


El conflicto es un rasgo inevitable en el ser humano, también se caracteriza por la versatilidad, y, en este campo, la mantiene manifestando distintos estilos de afrontamiento ante situación problemáticas. Incluso, somos capaces de variar nuestro comportamiento a medida que las circunstancias de un conflicto varían, adaptándonos a la nueva realidad.




Se consideran cuatro estilos principales de afrontamiento:

EVITACIÓN

Conlleva, inevitablemente, la no negociación. No existe interdependencia entre las partes puesto que una de ellas niega el problema. Baja preocupación por la relación y los resultados.

ACOMODACIÓN

Utilizada cuando el objetivo principal del intercambio es construir o fortalecer una relación. Se considera una variante de la evitación. Alta preocupación por la relación y baja por los resultados.


COMPETICIÓN

Percibe el conflicto como una relación de pérdida-ganancia. Es posible que ambas partes mantengan sus opiniones inamovibles dando lugar a un desacuerdo continuo. Baja preocupación por la relación, alta por los resultados.

SOLUCIÓN DE PROBLEMAS

Las dos partes perciben el conflicto como una parte natural en las relaciones humanas. Buscan una solución que satisfaga todos los bandos, ganancia-ganancia. Alta preocupación por la relación y los resultados.




Modificar el patrón de comportamiento se torna, pues, una ardua tarea, pues requiere un gran trabajo personal de reajustes mentales. No obstante, desde este espacio, proponemos tres estrategias desde los que se debe producir el cambio de manera simultánea.

TOMAR CONCIENCIA

Se refiere a reflexionar sobre nosotros mismos, nuestra conducta de afrontamiento, nuestros sentimientos y reacciones. Confrontar con nuestro “yo” más profundo e íntimo derivará en el hallazgo de nuevos modos de identificar distintas alternativas de respuesta a los problemas.

BUENA DISPOSICIÓN

Esta transformación exige un compromiso personal y mucha buena voluntad para que se desarrolle la renovación a varios niveles que se condensan en las siguientes premisas:
Experimentar y madurar nuevos modos de acercamiento al conflicto.
Examinar y, probablemente, modificar parte de nuestro sistema de creencias.
Ser flexibles a la hora de enfocar nuestro papel dentro de él de un modo completamente diferente.
Realizar un ejercicio de humildad que se traduce en permanecer abiertos a la crítica constructiva de los otros.

HABILIDADES

Consideramos tres aptitudes que se deben entrenar con insistencia para lograr ser competentes en la resolución de conflictos:
  • Conseguir enviar un mensaje en el que se expresen, claramente, sentimientos y necesidades.
  • Escuchar eficazmente.
  • Optar por el enfoque adecuado según la situación planteada.


       REFERENCIAS





No hay comentarios:

Publicar un comentario